Hablamos de personas con altas capacidades intelectualespara referirnos a aquellos sujetos que presentan un rendimiento intelectual superior en una amplia gama de capacidades y se caracterizan por un ritmo rápido de aprendizaje. Este concepto engloba distintos términos que, a menudo, se emplean como sinónimos de sobredotación intelectual de manera errónea.
Persona talentosa, es aquella que muestra una aptitud muy destacada en una materia concreta (en lenguaje, matemáticas, música, socialmente etc.).
Niño/a precoz, es aquel que presenta un desarrollo temprano en una determinada área, como por ejemplo un niño/a que dice su primera palabra a los 6 meses de edad, pero que posteriormente en su vida adulta no tiene por qué mantener esa diferencia significativa respecto a su grupo normativo de edad.
Persona prodigio es aquella que realiza una actividad fuera de lo común para su edad, en un campo específico, como por ejemplo Mozart en su infancia.
Persona genio, además de poseer superdotación intelectual, muestra un gran compromiso con una determinada tarea, llegando a crear una obra genial, como Einstein en el mundo científico o Picasso en el artístico.
Persona superdotada es aquella que tiene una inteligencia muy por encima de la media (superior a un CI de 130 según la OMS) que presenta diferencias cualitativas y cuantitativas con respecto a su grupo normativo de edad, así como niveles sobresalientes de creatividad y motivación intrínseca por el aprendizaje. Se estima que el 2.2% de la población presenta estas características, es decir, que al menos uno de nuestros alumnos en proceso de escolarización dentro de una clase puede ser superdotado.
Es de vital importancia detectar de manera temprana a estas personas con el objetivo de responder adecuadamentea las necesidades derivadas de su
sobredotación intelectual, ya que su ritmo de aprendizaje es muy rápido, lo que suele dar lugar a que algunos aprendizajes le resulten monótonos o aburridos. Este factor puede desembocar, a la larga,en desinterés ante las tareas académicas y fracaso escolar, desmotivación, sentimientos de frustración o incomprensión, irritabilidad, ansiedad y tristeza entre otros. Los chicos/as con altas capacidades, presentan necesidades especiales que exigen atenciones educativas también especiales.
Por otra parte, los rasgos de personalidad asociados a las personas con altas capacidades, en ocasiones, generan malestar emocional que debe ser tratado siempre que el niño/a o adolescente lo necesite. Con frecuencia presentan un elevado nivel de sensibilidad, alto perfeccionismo y auto-exigencia, preocupación por temas morales impropios de su edad, marcado sentido de justicia, sentimientos de inconformidad o crítica ante la autoridad, así como una desbordante imaginación y un agudo sentido del humor que, a menudo, no es comprendido por sus iguales. Todo ello, les lleva a sentirse “diferentes” y puede ocasionar problemas a la hora de percibirse y relacionarse con los demás.
Consúltanos y realizaremos una valoración psicopedagógica empleandolas pruebas psicométricas necesarias para ayudarle en las áreas que precise. También orientaremos, tanto en casa como en el colegio, acerca de las medidas de acción que deben seguirse para garantizar un desarrollo armónico de tu hijo/a nivel personal, social y educativo. Potenciarle pero protegiéndole de forma segura y sana.
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