La fobia a conducir (amaxofobia) es específica, de carácter situacional que se produce antes y durante la conducción. Proviene del griego antiguo, de amaxo- (carro) y fobia (miedo). La persona que la padece tiene un gran miedo a conducir creando problemas y dificultando su calidad de vida.
Grados de la amaxofobia
La amaxofobia puede presentarse en distintos grados: desde un miedo que te paraliza e incapacita para conducir un vehículo o un temor relativo que se relaciona con diferentes circunstancias de tráfico.
Este miedo pudo empezar por diferentes causas:
– Tras sufrir o presenciar un accidente de tráfico.
– Ante una situación de estrés que se manifiesta en el volante o una sensación de no haber tenido la formación suficiente en la conducción.
– Cuando las condiciones meteorológicas son adversas.
– Ante el temor de que se haga de noche y no tengamos la suficiente visibilidad.
– Circular por sitios desconocidos.
– Miedo a tener un accidente estando embarazada o con la responsabilidad de llevar a otros pasajeros.
– Baja autoestima.
– Tener una personalidad excesivamente perfeccionista.
– Atropellar a alguien.
– Quedarse encerrado en el coche.
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¿Cómo afrontar la amaxofobia?
Afecta a distintos niveles (cognitivo, fisiológico, conductual). La psicologia juega un papel principal para afrontar este problema:
– Mediante la psicoeducación ayudamos a la persona dándole información sobre la ansiedad en general y su fobia en concreto, aclarando que el origen no tiene por qué ser un accidente anterior.
– La reestructuración cognitiva: utilizamos esta técnica para intentar eliminar los pensamientos negativos que surgen automáticamente cuando se coge un coche. Por ejemplo (no voy a coger el coche porque voy a tener un accidente, me voy a quedar bloqueado en un túnel, no voy a dar arrancado y me van a pitar?) y sustituir estos pensamientos por otros que se adapten más a la realidad.
– Técnicas de desactivación fisiológica: ayudamos a que la persona reduzca la sudoración, taquicardia, mareos? mediante ejercicios de respiración abdominal y relajación muscular que permitan coger el coche con la total tranquilidad.
– Identificar las conductas contraproducentes e intentar evitarlas: ayudamos a identificar cuáles pueden ser las causas por las que la persona recurre a ciertas conductas que empeoran el problema. Por ejemplo, ir siempre hablando por teléfono para no tener otro tipo de preocupación relacionada con la conducción, ir siempre acompañado?
– Exposición gradual progresiva: intentamos que la persona que tiene ese miedo, vaya cogiendo confianza en sí misma de forma gradual y progresiva para intentar extinguir el miedo.
Cómo te podemos ayudar
La fobia a conducir es un problema que presenta un número elevado de personas, pero es un problema que tiene solución y es recomendable que se analice y trate de forma profesional.
Es decir, la psicología no solamente se encarga de trastornos mentales graves. Nosotros trabajamos con personas que se sienten mal ante diversas situaciones cotidianas como puede ser el tema que tratamos aquí y que genera una gran ansiedad y preocupación que desborda o bloquea a la persona.
Las personas que padecen este miedo no tienen por qué dejar de conducir definitivamente o esperar a tener un coche automático para no sufrir esa presión. Nosotros podemos ayudarte a superarlo; lo recomendable siempre es ponerse en las manos de un profesional, porque llevar un vehículo con inseguridad, miedo, puede ser muy peligroso y producirse situaciones de riesgo en las que ponemos muchas vidas en peligro aparte de la nuestra. Tenemos terapias específicas para superar este tipo de trastorno. Este temor a la conducción es más común de lo que se cree.
No te conformes con vivir a medias, vive en plenitud superando tus miedos. Te asesoramos y te ayudaremos con tu fobia. ¡Contacta con nosotros! ¡No dejes pasar esta oportunidad!